Liberalismo y neoliberalismo en una lección
Carlos Alberto Montaner
Conferencia pronunciada en Miami el 14 de septiembre de 2000 en un seminario del Instituto Jacques MaritainLo más sorprendente del debate político y económico sostenido en Occidente es la antigüedad y la vigencia de los planteamientos básicos. El reñidero, en realidad, ha cambiado muy poco. Cuatro siglos antes del nacimiento de Jesús, en La República y en Las leyes, Platón delineó los rasgos de las sociedades totalitarias, controladas por oligarquías, en las que la economía era dirigida por la cúpula, la autoridad descendía sobre unas masas a las que no se les pedía su consentimiento para ser gobernadas, y el objetivo de los esfuerzos colectivos era el fortalecimiento del Estado, entonces conocido como polis. No en balde Platón es el filósofo favorito de los pensadores partidarios del autoritarismo.
Los impuestos y el estado de derecho
Richard Rah
nSabemos que los gobiernos totalitarios abusan de sus ciudadanos, pero menos conocido es el hecho que aún esos gobiernos pretenden actuar bajo el imperio de la ley y que a la gente la castigan por haber cometido supuestos delitos.Esos gobiernos totalitarios suelen promulgar miles de nuevas leyes y regulaciones, cubriendo casi toda actividad humana, y son de tal complejidad que nadie puede saber si está faltando a la ley. Por ello, cualquiera puede ser encontrado culpable de algo, por lo que el estado de derecho queda así destruido.
Capitalistas enemigos de la libertad
Carlos Ball
El título de esta columna no implica que ahora llevo puesta una camiseta con la efigie del Che Guevara ni que apoyo las políticas comunistas de Hugo Chávez en Venezuela. Se trata más bien del título de una extraordinaria conferencia que le oí dictar al profesor Ernest van den Haag hace varios años. Ese eminente profesor de jurisprudencia y políticas públicas de la universidad de Fordham murió a principios de abril y dedico esta columna a su memoria, recordando algunas de las más interesantes ideas que le oí expresar.La teoría bancaria en la Escuela de Salamanca
Jesús Huerta de Soto
I. Introducción [*]La idea de este artículo surgió originariamente como resultado de una conversación con Murray N. Rothbard en el Congreso Regional de la Mont Pèlerin Society que tuvo lugar en Río de Janeiro en septiembre de 1993. Su versión original en inglés se publicó con el título de "New Light on the Prehistory of the Theory of Banking and the School of Salamanca" en The Review of Austrian Economics, volumen 9, número 2, 1996, pp. 59-81, número precisamente dedicado a glosar la figura de Murray N. Rothbard, que había fallecido el 7 de enero de 1995. La versión española que aquí se reproduce fue publicada por la Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, en su número 89 que apareció en el año 1998.
Los teóricos de la Escuela de Salamanca de nuestro Siglo de Oro realizaron importantes contribuciones a la Ciencia Económica. Hasta ahora, por ejemplo, se han estudiado con cierta profundidad sus aportaciones al desarrollo y articulación de la concepción subjetiva del valor y, en el ámbito monetario, a la teoría cuantitativa del dinero. Sin embargo, los miembros de la Escuela de Salamanca también analizaron teóricamente otra serie de fenómenos económicos de gran importancia. Entre ellos quizá destaque toda una teoría sobre el negocio bancario que hasta ahora ha sido poco estudiada y cuyo contenido y relevancia pretendemos aclarar en el presente trabajo.
El totalitarismo islámico en el Corán
Enrique de Diego
¿Y esa consigna de no "demonizar" al Islam, como si los atentados del 11 de septiembre no hubieran sido realizados en su nombre? ¿No es Ben Laden y sus sahid quienes lo demonizan ofreciendo una imagen de salvajismo e inhumanidad? Arma suprema de los islamo-fundamentalistas, lo islámicamente correcto sitúa como postulado que el ‘verdadero Islam’ no puede ser más que ‘tolerante’ y ‘pacífico’ puesto que el Corán es un ‘texto de paz y amor’. Muhamad Alí, el boxeador Casius Clay, lo proclamó en el homenaje a las víctimas: "el Islam es la paz". Esta especie de consigna rechaza cualquier análisis argumentado para desentrañar las raíces coránicas y teológicas del islamismo radical, del terrorismo suicida, como "intolerancia racista". En vez de exorcizar el desviacionismo de los terroristas suicidas se sataniza la crítica.¿Por qué Panamá es pobre?
Carlos Alberto Montaner
El título de mi artículo es una pregunta directa y crucial: ¿Por qué Panamá es pobre? Pregunta que puede responderse con una respuesta rápida e hiriente como un latigazo: porque su sociedad no crea suficiente riqueza, y la que crea, generalmente, sólo alcanza y beneficia a un pequeño porcentaje de la población. Lo que inmediatamente nos abre la puerta a otra ráfaga de incómodas indagaciones. ¿Cómo lo sabemos? ¿Por qué ocurre este fenómeno? ¿Hay formas de corregirlo? ¿Qué consecuencias tiene no hacerlo?Situémonos en perspectiva
Ante todo, empecemos por restar dramatismo a la cuestión, o, al menos, por situarla en sus justas proporciones. En el mundo, grosso modo, hay seis mil millones de habitantes repartidos entre 266 países o territorios organizados. Ahí se inscriben nuestra veintena de repúblicas con sus 400 millones de habitantes mal contados. Cuando se saca un promedio planetario de condiciones de vida llegamos a un per cápita anual en torno a los $6 500 dólares, 63 años de vida, ochenta por ciento de personas de 15 años capaces de leer y escribir, mortalidad infantil de 58 por 1000 nacidos vivos y un desempleo en torno al 30 por ciento de la población en edad de trabajar.
Cómo el antisemitismo se apoderó de Europa
Ludwig von Mises
El escrito de Ludwig von Mises que a continuación reproducimos forma parte del libro Omnipotent Governement. The Rise of the Total State and Total War. Yale University Press, 1944. Recientemente Unión Editorial ha publicado una edición en castellano con el título Gobierno omnipotente. En nombre del Estado.
Casi todos los autores que han tratado el problema del antisemitismo han intentado demostrar que, de una u otra manera, han sido los judíos los que, con su conducta o sus actitudes, lo han provocado. Esta opinión la comparten incluso muchos escritores judíos y adversarios no judíos del antisemitismo, que buscan las culpas de los judíos que impelen a lo no judíos al antisemitismo. Pero si la causa del antisemitismo estuviera realmente en los rasgos distintivos de los judíos, tales propiedades tendrían que consistir en virtudes y méritos extraordinarios que harían de ellos la elite de la humanidad.
Casi todos los autores que han tratado el problema del antisemitismo han intentado demostrar que, de una u otra manera, han sido los judíos los que, con su conducta o sus actitudes, lo han provocado. Esta opinión la comparten incluso muchos escritores judíos y adversarios no judíos del antisemitismo, que buscan las culpas de los judíos que impelen a lo no judíos al antisemitismo. Pero si la causa del antisemitismo estuviera realmente en los rasgos distintivos de los judíos, tales propiedades tendrían que consistir en virtudes y méritos extraordinarios que harían de ellos la elite de la humanidad.
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